La vida moderna conlleva un ritmo vertiginoso que deja en el camino la posibilidad de prestar la debida atención a nuestra salud, dando origen al desarrollo de distintas enfermedades, entre ellas las relacionadas a la salud cardiaca y cerebro-vascular, así como también las del tipo autoinmune, sin embargo existe una forma de hacerles frente o prevenirlas y a través de la elección de una vida sana, que se traduce principalmente en cambios de hábitos nutricionales y los relacionados a la actividad física, ambos íntimamente relacionados.
Si bien en la actualidad vivimos inmersos en un océano de información, muchas veces nos lleva a la confusión respecto de los caminos a tomar en la búsqueda de una vida más natural y saludable, sin embargo muchas empresas dedicadas a la alimentación han tomado conciencia de esta situación y vuelcan a sus productos mayores estándares de calidad orientados a proteger la salud, reduciendo los niveles de las sustancias que pueden dar origen a las enfermedades mencionadas.
La mejor opción nutricional hoy se basa en el consumo de alimentos elaborados con reducidos niveles de grasas saturadas y sal, ya que estos dos componentes estimulan el incremento del colesterol o elevan la presión arterial, ambas condiciones que en desequilibrio representan la antesala de las enfermedades vasculares, como ataques cardiacos, accidentes cerebro-vasculares e hipertensión arterial.
La actividad física es otro factor determinante para incorporar como habito para alcanzar una vida saludable, ya que favorece la estimulación de la actividad metabólica y esta interviene en el correcto funcionamiento de todos los sistemas orgánicos, entre ellos la quema de calorías extra, la eliminación de toxinas y la regulación de hormonas que controlan el estrés estabilizando el sistema nervioso.
Por lo tanto si deseamos alcanzar la meta de una vida sana deberemos tener muy en cuenta estos factores que representan la base de la salud.
Fuente: elpozo.es
